
En los últimos años se ha hablado mucho de quienes perdiendo su casa se han encontrado en precariedad, pero no tanto de las muchas personas que viven en condiciones de extrema pobreza desde hace muchos años, incluso generaciones, y que nunca tuvieron posibilidad de acceder a una hipoteca, ni a un alquiler a precio de mercado. Sus únicas opciones de vivienda se han movido siempre entre la autoconstrucción y las limitadas oportunidades de vivienda pública que se les han ofrecido. Para visibilizar estas realidades se ha publicado el libro “Realojando Derechos. El acceso a una vivienda digna desde la perspectiva de la extrema pobreza”, que recupera y analiza la historia de los realojamientos de los barrios de chabolas en Madrid para identificar algunos retos fundamentales para avanzar hacia una política de vivienda respetuosa con los Derechos Humanos y que no deje a nadie fuera.