
Durante las últimas semanas el uso del vehículo privado ha sido casi residual en la mayoría de grandes ciudades de todo el mundo. Distintos estudios demuestran la considerable reducción de la contaminación atmosférica en el entorno urbano derivada de este fenómeno derivado de la reclusión y la reducción drástica de la actividad económica a escala global. Así, los expertos coinciden en señalar que el repunte en el uso del coche privado será muy significativo, como respuesta a las distintas llamadas a extremar la precaución e higiene en el transporte público colectivo.
Con el escalonado desconfinamiento global muchos ven como algo irremediable el «gran atasco pos-covid». ¿Existe alternativa? Ciudades como París están transformando cientos de kilómetros de carril convencional en carriles para bicicletas y vehículos de movilidad ligera como patinetes eléctricos. Mientras, hay quien señala que poner el foco en el transporte público no responde a criterios únicamente sanitarios, sino también a intereses de empresas y lobbies de movilidad. Sin duda parece que será necesario un cambio en las políticas de movilidad en los próximos meses. Puedes leer el artículo sobre ello en El País.