
El edificio de Oíza sigue siendo hoy un icono de la arquitectura contemporánea. Sus formas, redondeadas, que lo convierten en un escenario recurrente de películas y anuncios televisivos, unidas al emplazamiento, hacen de él una jugosa inversión para «frikis» de la arquitectura y artistas. Los precios van desde el medio millón al millón de euros. Existen muchos bulos sobre su nombre o sobre la financiación del proyecto inicial, solo uno es cierto, como cuenta el propio hijo de Oíza: inicialmente iban a ser dos torres, pero el Ayuntamiento de Madrid, tras ver el resultado arquitectónico de la primera de ellas, decidió poner trabas a la segunda. También se dice que el famoso actor John Malkovich tiene un inmueble al que acude en sus asiduas visitas a la capital de España. Una cosa está clara: Torres Blancas alberga aun muchos secretos. Lee más sobre esta información aquí (El País).