
Los arquitectos, han sido los principales profesionales dedicados a la visualización de las edificaciones y ciudades futuras, siendo, la mayoría de estos planteamientos, plasmados en proyectos que no llegan a construirse.
Dentro del cine, no siempre necesariamente distópico, se encuentra el medio ficticio idóneo para la construcción y/o representación de estas ideas futuristas y su traslado a la “realidad”. Se observa la importancia del lugar, del espacio en el que transcurren las historias representadas, reflejando la manera en la que se desarrollan los hechos dentro de estas localizaciones, llegando a ser construidas expresamente para cada película o escena.
En el caso de las distopías, se pueden clasificar siguiendo varios criterios, según el estudio se centre en la intención del relato, en el poder que gobierne, en el género o tema principal o en el tipo de ciudad en el que se desarrolla. Todas ellas poseen rasgos diferenciales, pero también comunes.
Sin embargo, la más interesante en cuanto al estudio de la arquitectura dentro del cine, sería la del tipo de ciudad en el que se desarrollan los hechos, en la que independientemente de las clasificaciones anteriores, lo que la diferencia es el entorno y lugares en los que transcurre la historia. Jorge Gorostiza[1] establece la siguiente clasificación (excepto el primer tipo, añadido por la autora).
Ciudad invisible (desconocida o de aparición efímera)
Son distopías en las que la ciudad no posee casi importancia, ya que la historia no ocurre en lugares específicos y concretos y el elemento que hace notable la distopía es el contexto sociopolítico, es decir el relato. Cómo por ejemplo Battle royale(Kinji Fukasaku, 2000), película que se desarrolla en la isla en la que ocurre las batallas; o Looper (Rian Johnson, 2012), en el que la ciudad es un mero escenario y ni el lugar, ni la trama de la ciudad, es lo más importante ni definitorio, es decir, podría ocurrir en otro sitio con las mismas circunstancias sociopolíticas.
Ciudad real:
La historia se desarrolla en ciudades tal y como estaban cuándo se rodaron, sin modificaciones, pese a describir una sociedad futura. Suele ocurrir cuándo la ciudad no tiene gran relevancia dentro de la historia, es decir, cuando se da el contexto del tipo anterior; o cuándo la ciudad escogida, se adapta a la idea e historia y no necesita modificación.
Ej.: La hora
final (Stanley Kramer, 1959), El último
hombre sobre la tierra (Sidney Salkow, 1964) La víctima número diez (Elio Petri, 1965), Alphaville (Jean-Luc Godard, 1965), Farenheit 451 (François Truffaut, 1966) y El último hombre… vivo (Boris Sagal, 1971)

Obtenida de: http://www.sensacine.com/noticias/cine/noticia-18577922/
Ciudad en ruinas:
Son las ciudades que, tras un desastre natural o un atentado provocado por los seres humanos, están destruidas y no se han vuelto a edificar. En ellas, suele haber algún edificio conocido que se ha mantenido en pie, aunque algo deteriorado, para conseguir la atención del espectador e introducir en su conciencia la posibilidad de realidad dentro de un futuro cómo el de la historia ficticia proyectada.
Ej.: la biblioteca pública y el Empire State de Nueva York de Regreso al planeta de los simios (Ted Post, 1970), el capitolio de Washington en La fuga de Logan (Michael Anderson, 1976), los casinos de las Vegas en Resident Evil: Extinción (Russel Mulcahy, 2007), el Empire State de NY de nuevo en Oblivión (Joshep Kosinki, 2013) y El corredor del laberinto: Las pruebas (Wes Ball, 2015)

Obtenida de: https://taquilladecine.com/banda-sonora-el-corredor-del-laberinto-las-pruebas-john-paesano/
Ciudad mixta.
Ciudades semirruinosas, las cuales poseen zonas que están completamente destruidas o en ruinas y otras zonas en buen estado, bien porque se hayan mantenido, reparado o porque se han construido nuevos edificios, ya que son necesarios para albergar las funciones que desempeña la sociedad. En este tipo de ciudades, los únicos edificios que se suelen hallar en buen estado son los rascacielos singulares, en las metrópolis, y las edificaciones que representan el poder y el control sobre el resto de la población, cuyas casas son las que suelen estar en ruinas, o en su defecto en diferentes condiciones y privilegios.
Ej.: 1984 (Michael Anderson, 1956), Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Freejack, sin identidad (Geoff Murphy, 1991), La trilogía Divergente (Neil Burger, Robert Schwentke 2014-2016), Dreed (Pete Travis, 2012), High Rise (Ben Wheatley, 2015)

Captura de la propia película
Ciudad de nueva planta.
Son ciudades en las que no existen las ruinas, suele ser debido a que se han construido de cero, pero en (raras) ocasiones se trata de la ciudad antigua mantenida sin destrucciones e implementando alguna modificación debido al paso del tiempo. Cuando son construidas de nueva planta, pueden construirse sobre los asentamientos de la antigua ciudad, mezclándose con la ciudad ya existente (Ciudad mixta) o alejada de la ciudad aun en ruinas. Esta ciudad en ruinas puede encontrarse próxima y en desuso, es decir fuera de las murallas de la nueva ciudad como ocurre en Equilibrium (Kurt Wimmer, 2002) o a kilómetros de la misma.
Ej.: Equilibrium y Los juegos del Hambre (Gary Ross, 2012).

Captura de la propia película
Los tres primeros tipos, pueden resultar con menor interés, ya que son ambientes y ciudades reales existentes en las que se ha introducido otro contexto social pero se mantiene la misma organización y estética.
En las ciudades mixtas se puede ver la conexión entre ruinas o restos de las edificaciones antiguas con las de nueva planta diseñadas para la sociedad planteada, cómo en Chicago de La saga Divergente en la que se implementan edificios nuevos y necesarios para las funciones que desean realizar, es decir para las diferentes facciones, pero a su vez se aprovechan los rascacielos existentes y el clima de esa localización, colocando ventiladores en ellos para conseguir energía y un sistema de ventilación para la ciudad. En este tipo de ciudades, se pueden utilizar las ciudades en ruinas en su totalidad o servir cómo delimitador social “natural” y elemento diferenciador.
Dentro de las ciudades de nueva planta se pueden observar los nuevos planteamientos urbanísticos pensados para las nuevas sociedades, comparando sus características con algunos planteamientos reales creados por urbanistas durante la historia. Además de ver cómo la arquitectura influye en el desarrollo de la distopía y si, debido a las normas y al contexto sociopolítico, la trama es de determinada manera y no de otra.
Tanto la ciudad de nueva planta cómo la mixta, pueden dividirse en subcategorías que se irán descubriendo en el estudio más extenso de las mismas en sucesivos artículos en DTF, ya que, con el simple visionado de las películas, se descubre que no todas ellas poseen las mismas ciudades ni en planteamiento ni en estética, pero también que estas diferencias se repiten en otras, por lo que podrían crearse nuevas clasificaciones para agruparlas y ordenarlas dentro de un determinado marco.
[1] Clasificación según Jorge Gorostiza. Visiones del espacio urbano. “metrópolis” vs “Ghost in the Shell“ Varios autores: Coordinador: Antonio José Navarro. Distopía y cine | Futuro(s) Imperfecto(s). San Sebastián. España.: Donostia Kultura, 2017.
Artículo escrito por: Ana Mora (Recopilación del TFG de arquitectura)