Recuperar la consciencia en la acción doméstica
En estos días de encierro, los que estamos acostumbrados a pasar el día entero fuera de casa, de repente nos vemos confinados en un espacio al que no le hemos dedicado ninguna atención. Prisioneros de nuestro propio desarraigo, sin posibilidad de airearlo, deberemos convertir nuestra jaula en refugio. Como dice la canción de Dionne Warwick, a house is not a home, una casa no es un hogar. Pero, por fortuna, toda casa y todo espacio, es hogarizable. El hogar no es tanto una etiqueta que asociamos a un espacio como un estado, en continua construcción, de seguridad, comodidad, soberanía y cariño que experimentamos en un espacio.
Guillermo Esteban Avendaño | DTF magazine