Cómo crear y aplicar texturas en planos con Photoshop
Photoshop es una potente herramienta para el retoque de fotografías, pero también podemos emplearlo para mejorar notablemente el aspecto de nuestros planos. A diferencia de otros programas vectoriales como Illustrator o CorelDRAW, Photoshop trabaja con píxeles. Esto nos limita su uso, pero nos permite realizar tareas como la aplicación de texturas de forma rápida y sencilla.
Existen diferentes métodos para aplicar texturas, pero el más útil cuando trabajamos con planos es emplear “motivos”. Para ello vamos a crearlos para su posterior aplicación. Abrimos la imagen de la textura, clicamos en Edición>Definir motivo, escribimos un nombre para el nuevo motivo y aceptamos.


También podemos crear motivos con transparencias. Para ello abrimos la textura y desbloqueamos la capa clicando en el candado de la ventana Capas. Ahora borramos las partes de la imagen que queremos queden transparentes. El método más rápido para este ejemplo es clicar en Selección>Gama de colores. Nos aparece entonces una nueva ventana en la que aparece en color blanco las zonas seleccionadas y en negro las que quedan fuera de la selección. Clicamos sobre la imagen original el color que queremos eliminar y jugamos con la tolerancia de la herramienta para perfeccionar los bordes.



Al aceptar ya aparece marcada nuestra selección. Pulsamos suprimir y ya tenemos preparado el motivo. Lo guardamos de la misma manera que lo hicimos con el anterior. Al aplicar esta textura se guardarán las zonas transparentes.


La forma más rápida de aplicar un motivo es con la herramienta Bote de pintura (G). Este método cuenta con una gran limitación, pues el motivo debemos crearlo con una escala adecuada para la imagen donde lo vamos a aplicar. Para realizarlo tan solo debemos seleccionar motivo en la parte superior de la pantalla. Justo a la derecha elegimos el motivo que vamos a utilizar.


Es conveniente crear una capa nueva para no alterar la original y así poder realizar cambios en el aspecto de la textura posteriormente. Ahora solo tenemos que aplicar el motivo con la herramienta Bote de pintura clicando sobre la zona en la que queremos aplicar la textura en la nueva capa. Para que funcione correctamente es importante tener marcada la opción “Todas las capas” en la parte superior para que la herramienta reconozca los bordes.


Si el motivo no tiene una escala adecuada o queremos aplicarlo en diferentes imágenes con diferentes tamaños sin tener que crearlo varias veces contamos con otro método que nos permite personalizarlo una vez aplicado. Para ello creamos una nueva capa y una máscara de capa. Ésta aparecerá en blanco, por lo que la invertimos marcándola y pulsando Ctrl+i o clicando en Imagen>Ajustes>Invertir.


A continuación volvemos a situarnos de nuevo en la capa Fondo y seleccionamos la zona donde queremos aplicar la textura. En este caso podemos hacerlo fácilmente con la herramienta Varita Mágica (W). Con la selección marcada, clicamos sobre la miniatura de la máscara de capa, la volvemos a invertir (Ctrl+i) y anulamos la selección.


Nos situamos en la nueva capa que hemos creado y aplicamos ahora el motivo haciendo clic en Añadir un estilo de capa en la ventana Capas y elegimos Superposición de motivo. Nos aparece entonces una nueva ventana donde podemos elegir el motivo y su escala, que podemos modificar en cualquier momento. Para poder ver la textura debemos rellenar la nueva capa. Podemos hacerlo con la herramienta Pincel (B) con un tamaño grande. La textura se seguirá ajustando a los bordes de la selección que marcamos. Bajo esta nueva capa aparece el efecto Superposición de motivo. Haciendo doble clic en él podemos reescalar la textura o sustituirla por otra.



Siguiendo estos pasos podrás aplicar texturas obteniendo buenos resultados y con la posibilidad de modificar posteriormente su opacidad, forma de fusión, niveles, etc.
Pablo Ortiz Salado
Arquitecto y RedactorDTF
pabloDTFmagazine@gmail.com