
A todo estudiante de arquitectura le acompaña a lo largo de la carrera la idea de cómo será capaz de construir en un futuro, construir edificios de verdad y no de cartón pluma. “Tengo que usar 1 litro de pegamento para que no se me caigan las maquetas, ¿cómo voy a ser capaz de hacer un edificio en condiciones? Pero bueno, nos consolamos año tras año pensando que cuando acabemos seremos capaces o al menos estaremos más preparamos para ello.
Pero no os martiricéis, como vamos a ver, los grandes arquitectos también tienen sus errores y además, bastante gordos.
TORRE FENCHURCH 20 – RAFAEL VIÑOLI
Diseñado por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoli y situado en el distrito financiero de Londres. Es conocido como Walkie talkie ya que gana sección a medida que crece en altura. La combinación de su altura, ubicación, curvatura y materialidad hacia que la luz solar se concentre en un potente rayo destructor (llegando a alcanzar los 72º), al que apodaron el rayo de la muerte ya que quemó alfombras de varios locales, levantó pintura y derritió algunos coches aparcados en la calle. Para solucionarlo se tuvieron tenido que instalar carísimos deflectores.
Como parece ser que le gusto la idea, Rafael tuvo el mismo problema en el Hotel Vdara de Las Vegas. Su fachada acristalada y curvada del edificio concentraba tanto la luz solar en la piscina que derritió varias tumbonas y quemo a clientes.
Viñoli echó la culpa de todo ello al calentamiento global, ya que decía que cuando el visitó la ciudad no era tan soleada.

CENTRO RAY Y MARÍA STATA – FRANCK GEHRY
Franck Gehry realizó este edificio perteneciente al MIT en Massachusetts, al que el mismo arquitecto define como “una reunión de robots borrachos” tiene importantes problemas de fuga en instalaciones, moho y drenajes atorados, pero el mayor problema se encuentra en una entrada con una cubierta tan inclinada que cuando nieva y la nieve se desprende, bloquea completamente la entrada principal. Llamativo pero… ¿funcional?

PALACIO DE LAS ARTES – SANTIAGO CALATRAVA
El edificio tiene forma de casco aerodinámico y alberga 4 auditorios. Se inauguró en 2005 y poco después la plataforma del escenario principal colapsó, después el edificio se inundó. Siete años después de inaugurarse, la fachada comenzó a agrietarse, y las placas que componían la cubierta se abombaron y desprendieron debido al viento, por lo que tuvieron que ser retiradas. Unos graves errores de construcción para un edificio que costó 478 millones de euros.

MILLENNIUM BRIDGE – NORMAN FOSTER Y ARUP
Con una longitud total de 325 m sobre el río Támesis y dos apoyos intermedios, fue inaugurado en el año 2000. Tuvo que clausurarse 3 días después a causa de los graves problemas de vibraciones que presentó en su apertura cuando unas 2.000 personas lo atravesaban, menos de la mitad de las previstas en máxima carga. La remodelación costó 9 meses de trabajo y 5 millones de euros.

GUANGZHOU OPERA CENTER – ZAHA HADID
Está considerado el centro de artes escénicas más bello del mundo. Hadid se inspiró en la geología y la topografía del entorno para crear este edificio de ángulos agudos, patrones geométricos y superficies blancas en China. Unos años después de su inauguración surgieron los vicios ocultos: vidrios que se desprenden y grietas en paredes y techos que provocaron graves fugas.

LA TORRE DE PISA – BONANNO PISANO
Existe la posibilidad también que la imperfección sea la que te de fama y que haga que tu obra sea llamativa.
La torre de Pisa es el campanario de la Catedral de la ciudad y fue diseñada en 1173 por Bonanno Pisanno. Su construcción se alargó durante 177 años y desde el principio se vislumbró su fallo estructural ya que apenas contaba con 3 metros de cimientos bajo el suelo para una torre que alcanza los 57 metros de altura. Al poco tiempo el suelo bajo la torre empezó a ceder y hundirse, más por una zona que por otra, y la torre empezó a inclinarse. Las soluciones no han sido fáciles, se inyectó cemento en la base, se instalaron barras de acero con contrapesos para estabilizar el edificio, se realizaron excavaciones para compensar el terreno y hasta se han dispuesto sensores que miden en tiempo real el movimiento del terreno, el agua y el viento. Ahora está estabilizada y vuelve a ser visitable.

Hay que decir que muchos de estos errores no son culpa de los arquitectos, no podemos olvidar que diseñar y construir un edificio involucra a un gran equipo de profesionales desde arquitectos técnicos, arquitectos, ingenieros y calculistas hasta los profesionales que materializan la obra como son albañiles, alicatadores, instaladores o soldadores. En muchas ocasiones, la capacidad técnica a la hora de construir no estaba a la altura de las expectativas del diseño, los materiales no resultaron lo suficientemente resistentes o apropiados o simplemente se cometieron errores de fabricación.
Como habéis visto todos ellos han tenido manchas negras en su carrera. Yo personalmente de momento me conformo con que la maqueta llegue viva a la entrega final ya que tiene muchos obstáculos que pasar ¿verdad? Hermanos pequeños, que el profesor te la rompa en la corrección anterior a la entrega, el trayecto a la universidad en metro, el viento… O como es mi caso, abuelos inquietos.
Laura Martín Díaz | Designing The Future Magazine