
Estrenamos década y sólo 13 días después de la fiesta de fin de año nos encontramos con la renovación de Escala Humana. El programa de RTVE que hace llegar lo mejor de nuestra profesión bajo diferentes temáticas a todos los espectadores; sean o no arquitectos. Si por algo destaca este programa es por la facilidad con la que explican una profesión tan complicada y muchas veces filosofada por nosotros mismos, los arquitectos.
Y es por eso mismo, por este énfasis en la enseñanza fácil y por el cariño con el que educan en arquitectura, por lo que hago esta reseña. Una reseña que pretende ser la muestra de lo que verás en el programa. Y que, si por un casual no lo has visto, puedas leer un pequeño adelanto de lo que te estás perdiendo, para verlo con el doble de ganas.
Entre Uvas nos muestra uno de los orgullos de la península ibérica a nivel agrario, el sector del vino. España es el mayor productor de uva del mundo, y esto es a causa del suelo, el clima, las propias vides y el trabajo humano que hay detrás.
Una de las virtudes del estudio de la arquitectura es el desarrollo de la ordenación espacial. Como dice Anna Espelt, enóloga en l’Empordá catalán, la vid es una oportunidad excelente para los arquitectos, ya que ordena el paisaje. Y esta ordenación se produce desde el inicio del proceso, la uva, hasta su final, el vino en las bodegas.
Anna posee su propia bodega y nos da algunas de las claves más importantes de estos edificios. En primer lugar, hay que tener en cuenta la gravedad, para que la uva no tenga que viajar bajo presión artificial. A continuación, la ventilación, muy importante para la liberación de gases. Y, por último, la limpieza, y que el lugar sea fácil de limpiar.
Una bodega tiene que estar en sintonía con el lugar donde se sitúa y formar parte del propio paisaje, como hace Ignacio Quemada en las Bodegas Campo Viejo. El mismo arquitecto nos explica que el proyectista tiene que someterse a todo lo que funcionalmente requiere el edificio, no sólo para entenderlo, sino para poder proyectarlo. Y de esta forma es como realiza la bodega, enterrando el edificio para que
todos los procesos puedan trabajar por gravedad, y dejando la zona de visitantes en planta baja, a la misma altura que el terreno.
Escala, penumbra y textura son las palabras que utiliza Ignacio Quemada para describir su proyecto. Sensaciones que, sin duda, consigue. Por supuesto, el adecuar el edificio a la función no es ninguna novedad, pero sí su buen desempeño. Raquel Lacuesta, doctora en Historia del Arte y estudiosa del trabajo del arquitecto César Martinel nos cuenta como éste nos hablaba de escuchar la opinión de los enólogos. Y no sorprende, ya que su arquitectura se basaba en las siguientes premisas: útil, bella, asequible (económicamente) y en armonía con el paisaje.

Luis González Sterling arquitecto y propietario de las Bodegas “Tío Pepe” nos recuerda lo que decía Foucalt sobre la función:
“El hombre llama bello a lo que funciona, haciéndolo propio y convirtiéndolo en bello porque lo utiliza, y al final es lo que prevalece”
Así como prevalecen sus bodegas en Jerez de la Frontera, donde en plena ciudad encontramos bodegas urbanas donde las calles se recubren de parras como cubrición solar. Bodegas de antaño que siguen funcionando, teniendo como referente su bodega La Cuadrada, una bodega que nos enseña la importancia de la estructura, ya que es esta la que marca la forma de colocar el vino.
Para acabar hacemos un viaje del siglo XIX al XXI donde encontramos un trabajo de investigación y producción de vinos submarinos en Vizcaya. Un trabajo de estudio que implica el haber comprendido todo el trabajo que se ha realizado en el campo desde la recogida de la uva, pasando por su procesamiento y terminando en la copa de vino. Porque, así como empezaba el capítulo hablando del vino, acabamos: “necesito que me compartan”.
Artículo de Ángel Granda Pérez, con la colaboración de Escala Humana TVE (la2).