
Bilbao está continuamente transformándose a toda velocidad. Ha pasado de ser una ciudad gris industrializada, a reconocerse internacionalmente. Se ha posicionado en el mapa gracias a proyectos tanto puntuales como de ámbito urbanístico.
Hasta el siglo XIX, era una población no tan relevante que tenía como única forma de subsistir el puerto, que hacía de conexión entre Castilla y el mar. Todo esto cambió a partir de la Revolución industrial y la aparición de dos elementos que serían clave para su posterior transformación: el acero y el ferrocarril.
Bilbao empezó a hacerse un gran productor metalúrgico e hizo que la ría de Nervión pasase a ser una de las zonas industriales más importantes de la península. Todo este sector hizo que la población creciera exponencialmente: de los 35.000 habitantes de 1870 a los 405.000 un siglo después.
La ciudad, ante este cambio de paradigma, tenía que avanzar en consecuencia y asumir esa población nueva. El parón de la Guerra Civil hizo que los años 50 fuesen especialmente duros para Bilbao. Observando que el crecimiento industrial proseguía y viendo que la ciudad no podía asumir dicho avance, en 1959 el gobierno tuvo que intervenir con tres grandes actuaciones urbanísticas: Begoña, Txurdinaga y Otxarkoaga, planes que se intercalaban con la proliferación de construcciones de chabolas; viviendas que hasta los propios arquitectos que las construían afirmaban que no reunían las condiciones básicas de habitabilidad.

Afortunadamente, con el paso del tiempo se fue apostando por una vivienda de calidad por parte de las administraciones públicas a través de la concesión de concursos en los que los jóvenes arquitectos de la época que tenían nuevas inquietudes (finales de los años 80, principios de los 90), hicieron proyectos que dignificaron la vivienda obrera.
Otro elemento clave para la trasformación de Bilbao es el ferrocarril. Un reflejo de ello es la cantidad de estaciones terminales que acoge, en total 6 en toda la ciudad. A principios de siglo, Bilbao estuvo surcado de líneas férreas que ahora se han ido soterrando y convirtiendo en lo que hoy en día es el metro. Esta tarea se le encargó al equipo de Norman Foster, el cual combinó de forma elegante la arquitectura y la ingeniería. Aspectos a destacar de estas nuevas estaciones son su amplio interior con unos 160 metros de sección longitudinal y en su exterior unos cuerpos ligeros con estructura de acero y vidrio, que emergían de forma sutil en diferentes calles y que daban acceso al metro, sembrando la ciudad de “caracolas transparentes”.
Por otro lado el museo Guggenheim fue la locomotora que aceleró todo este avance. Es difícil hablar de Bilbao sin tener en la cabeza este colosal edificio del que se ha teorizado extensamente tanto de sus pros como de sus contras, pero del que no se duda que ha sido todo un impulsor en ciudad y comunidad. En 1997 se proyectó este edificio, pese a todas las críticas que recibió y ha sido la operación más exitosa llevada a cabo en los últimos tiempos. “Sólo el año pasado el Guggenheim generó un impacto económico de 453 millones, más del tripe de lo que costó en 1997”. Este dato que se ha hecho eco estos últimos años es una de las muestras más palpables del beneficio que este icono de la arquitectura ha dado.
Este modelo se ha intentado imitar en otras ciudades, una fórmula que se pretendía mágica en épocas de bonanza y despilfarro económico. Todas las ciudades querían tener “su Guggenheim” particular. Además estas operaciones iban ligadas desgraciadamente a sobresueldos o evasiones de dinero público, lo que ha provocado en muchas ciudades pérdidas millonarias dejando ruinas modernas a lo largo y ancho de nuestro país.
En cambio, para Bilbao supuso ser elegida “Mejor Ciudad Europea” en 2018, imponiéndose en la final a Ljubljana (Eslovenia) y Viena (Austria) en los premios “The Urbanism Awards 2018” que otorga la organización internacional “The Academy of Urbanism”.
La última gran operación de regeneración urbana puesta en marcha por el Ayuntamiento de Bilbao es la llamada “Isla de Zorrotzaurre”. Es un Master Plan diseñado por el estudio Zaha Hadid, que propone la transformación de esta pequeña península en una isla perfecta para vivir. En ella se pretende la integración de manera sostenible de equipamientos, parques y área empresarial no contaminante así como numerosos equipamientos sociales y culturales.
En este mapa se podrá encontrar las distintas actuaciones diferenciadas según las siguientes categorías, que podremos visitar en cuanto acabe la situación actual, pero mientras tanto podemos ver a través de google maps:
- Hitos arquitectónicos.
- Arquitectura recuperada.
- Arquitectura privada.
- Edificios de nueva planta.
Un mapa que, como siempre, se pretende que sea vivo y que represente la arquitectura en constante cambio que contiene Bilbao.
- Enlace en MyMaps:

Mario Rojo | Designing the Future
Imágenes: Metro Bilbao – Unsplash (Alex Golguera), Wikipedia.
Bibliografía:
Metalocus: Publicación de la revista MAS Context que dedica a la ciudad de Bilbao: https://www.metalocus.es/es/noticias/bilbao-mas-context-numero-30-31
Información sobre la historia de Bilbao y la vivienda:
Parte 1: https://www.revistaad.es/arquitectura/articulos/las-casas-americanas-de-bilbao/18770
Parte 2: https://www.revistaad.es/arquitectura/articulos/las-casas-americanas-de-bilbao-ii/18804
Video documental. Situación de Bilbao. Construcción de vivienda obrera y vida de las familias en 1961. OCHRCOAGA. Documental de Jorge Grau: https://www.youtube.com/watch?v=-sOB0rQ_B0E
Información extensa del Museo Guggenheim: historia, fotos de la construcción y evolución del mismo hasta nuestros días: https://www.elindependiente.com/tendencias/2017/10/06/museo-guggenheim-bilbao-cumple-20-anos/
Noticia “Mejor Ciudad Europea 2018”: https://www.eitb.eus/es/pueblos-ciudades/detalle/5197379/bilbao-elegida-mejor-ciudad-europea-2018/