Representación del terreno I
Cuando un cliente nos ofrece un proyecto en un terreno que no es llano es frecuente pensar que el proyecto se complica considerablemente. En cambio, debemos cambiar este prejuicio y valorar las posibilidades tan atractivas que ese terreno nos puede ofrecer. De esa manera potenciaremos esos desniveles para enriquecer el proyecto con soluciones que nos está facilitando la propia naturaleza.

Del mismo modo, cuando tenemos que realizar una maqueta de un proyecto de este tipo, tendremos que representar estos desniveles con la misma precisión que el resto ya que consiste en una parte más del proyecto.
Una de las formas más usuales para representar los diferentes niveles del terreno es la que os explicamos en este post. Se trata de superponer las diferentes capas horizontalmente.

Para ello debemos tener claro el material que vamos a utilizar y el espesor que tiene éste para poder ser fiel al número de estratos necesarios que representan el terreno. No obstante, las pendientes en las maquetas se suelen exagerar hasta un máximo del 30%. De esta manera se resalta el terreno dando más sensación de realidad, y manteniéndose en ese margen podemos ajustar el espesor del material para cuadrar los niveles.
Una vez aclarado el espesor y el número de niveles, nos ponemos en marcha a dibujar esos niveles o capas que conforman el terreno.

Para el corte de estos niveles, dependiendo del material empleado y las irregularidades del terreno, puede ser sencillo el corte manual o necesitar de manera imprescindible el uso de corte láser, asegurándonos siempre una perfecta precisión para el posterior montaje.
Un consejo muy útil para este tipo de maquetas es utilizar el interior de las piezas más grandes para sacar de él otras piezas más pequeñas, asegurándonos siempre que la parte hueca queda cubierta por la capa superior. De este modo se ahorra mucho material y se consigue aligerar considerablemente el peso de la maqueta.

Muchas veces los estratos están alineados en una esquina de la maqueta donde la sección vertical corta todas las capas. En cambio, no siempre ocurre esto y para la ubicación de las capas en su correcta posición conviene que tengamos alguna marca en la capa inmediatamente inferior, para simplificarnos y asegurarnos el correcto y preciso pegado. Si el corte lo hacemos con láser es muy sencillo dibujar sobre cada capa la silueta de la siguiente para que a la vez que se realiza el corte se haga también el grabado.

Después únicamente tendremos que tener cuidado de montar las piezas en su correcta posición. Para ello también podemos nombrarlas previamente, y si no queremos que esa numeración se vea podemos cortar las piezas simétricas de las originales en lugar de éstas. Así, el nombre que le hayamos dado a la pieza quedará hacia abajo.
Cuando existen edificios entre pendientes, la mejor solución es realizar el hueco en los niveles del terreno y apoyarlo directamente sobre la base de la maqueta. Así nos aseguramos la horizontalidad de la edificación. Podemos también utilizar restos de material que nos ayuden a suplementar la altura si fuera necesario.

Para representar los viales en maquetas donde las pendientes son excesivamente pronunciadas es necesario sacarlos en verdadera magnitud. En cambio, cuando las pendientes son más suavizadas como suele ser en la mayoría de ocasiones, podemos cortar los viales directamente con las dimensiones vistas en planta y ajustarlos al colocar ya que llega a ser inapreciable.

Es muy habitual utilizar materiales como el cartón o el DM para maquetas de este tipo ya que se emplea mucho material y éstos no tienen un precio elevado. Y posteriormente si queremos cambiar el aspecto a la maqueta con un color que no sea el propio de éstos, podemos pintarla con pistola quedando un acabado impecable.




Raquel Moya Iranzo
Arquitecta y Redactora DTF
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