Maqueta de la Villa Savoye
La representación de la conocidísima obra de Le Corbusier a escala 1:50 fue la primera maqueta que Espresati Designs realizó, por ello tuvimos que tener en cuenta ciertos modos de proceder que nos llevaron a obtener un buen trabajo y que ahora os contamos.

Trabajar ordenadamente es la base fundamental de cualquier trabajo, y especialmente cuando se trata de construir una maqueta. Lo ideal para trabajar, y siempre que nuestras posibilidades nos lo permitan, es ir obteniendo las piezas por tramos. Si por circunstancias hemos tenido que adquirir todas las piezas de una sola vez, será muy importante organizarse para tener todas ellas localizadas y por zonas.

Trabajar por plantas es lo idóneo, pero siempre tendremos que tener en cuenta posibles elementos que nos conviene continuar de una planta a otra.

Conviene tener una plantilla o la misma base grabada con los elementos verticales para que nos ayude a situarlos en ésta.

Como bien todos conocemos esta obra, es una composición de planos rectos y curvos respectivamente.

Para conseguir estos últimos con metacrilato, precisamos de unas sencillas herramientas que nos ayuden a termoconformarlo. En primer lugar debemos hacernos los moldes con la forma que deseamos obtener. Para ello nos puede servir una pequeña estructura de DM cubriendo la superficie con cartón o algún material flexible que se adapte a la forma fácilmente y deje una superficie uniforme. Después procederemos con ayuda de una pistola de aire a calentar nuestro material apoyándolo en la superficie que hemos creado como molde, una vez enfriado, habrá obtenido la forma que deseamos.


Los pilares, se pueden adquirir directamente de algunos fabricantes como evergreen. Pero también se pueden buscar ingeniosas alternativas. Dependiendo de la escala se podrían utilizar por ejemplo palillos redondos de madera, o como en nuestro caso radios de una rueda de bicicleta que hemos pintado posteriormente con pintura en spray.

A la hora de resolver los encuentros entre diferentes planos, y tratándose de metacrilato, conviene preparar las piezas para corte mínimamente más largas y realizar el ajuste después ya que el corte suele reducir el área de la pieza o incluso algunos materiales llegan a retraer, sin ser igual en todos los casos, esto dependerá del material y en particular del espesor de éste.

También debemos decidir cómo vamos a materializar el encuentro, ya que se puede hacer con el canto visto o biselado. Dependiendo del tipo de encuentro nos convendrá más uno u otro. El primero es muy cómodo y útil cuando tenemos un cambio de material y queremos ver como se prolonga el muro debemos utilizar éste.
Por lo contrario, deberemos biselar las piezas cuando queremos ver la superficie perfecta con una única junta en la esquina, por ejemplo cuando las superficies están grabadas o cuando el canto del material cortado es diferente a la superficie, como ocurre con cartones o DM con corte láser.

También en estos casos nos conviene preparar las piezas mínimamente más largas para poder ajustar posteriormente, especialmente cuando el ángulo que forman es diferente de 45°. Así la posproducción de estas piezas se realiza mediante lija.

El uso de las lijas a utilizar depende de la exactitud que necesitemos. Si el lijado es mínimo se puede hacer con lijas manuales. Pero por lo general, conviene hacer estos biselados con precisión, y para ello utilizamos la lijadora circular. Ésta nos permite seleccionar el ángulo deseado de cada pieza para un perfecto ajuste.

Teniendo en cuenta todos estos procedimientos, y trabajando con cuidado y precisión realizamos una maqueta como ésta.



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Raquel Moya Iranzo
Arquitecta y Redactora DTF
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